PARA 2 Y 3 BGU MENSAJE SOBRE CITA CON EL MENSAJE DE JESÚS DE NAZARET DEL DÍA DMINGO 23 DE SEPTIEMBRE DE 2018

Este domingo, guiados por la palabra, quedamos iluminados para saber distinguir dos modos de vivir la vida en este mundo y para optar por el modelo de vida que proponen el libro de la sabiduría, Santiago y Jesús en el evangelio. Hay vidas humanas empeñadas en atacar a los justos, a los que llevan una vida digna, luchan contra las injusticias y los males de los pobres del mundo. Y hay vidas comprometidas con la defensa de los inocentes. Esas vidas son ridiculizadas por los impíos quienes en definitiva tientan a Dios. Y da la impresión que se sienten fuertes y que al final realizan su proyecto. La descripción que hace el libro de la Sabiduría de este comportamiento es una fotografía perfecta también de lo que pasa hoy en el mundo y de lo que le pasó al mismo Jesús.
El salmo recuerda que el Señor sostiene esas vidas, que no están abandonadas a su suerte. Esta es la experiencia de todos los profetas, de los torturados por defender el reino. Esta es la verdadera sabiduría según la carta de Santiago. No a la autosuficiencia humana sin Dios, sin ley que nos arrastra a luchas y guerras atroces y a la búsqueda de placeres sin control. Pero la verdadera Sabiduría que viene de arriba, engendra todos esos frutos como son la paz, la integridad de la creación. Un mundo sin hambre, sin millones de refugiados y migrantes, sin xenofobia y terrorismo.

Por esta causa Jesús baja de la montaña de dialogar con su Padre camino de Jerusalén, el lugar simbólico donde matan a los profetas, el lugar del combate de Jesús. Ahora va de camino con sus discípulos, quiénes, con otros esquemas mesiánicos, discuten quién va a ser el más importante de entre ellos. Tienen muy adentro de sus corazones la ideología dominante de una religión solo de ritos de pureza externa, pero sin pueblo, sin la presencia de los pobres. Y la ideología de la cultura del imperio de la fuerza y prepotencia. La verdadera sabiduría consiste en defender a los más pequeños. El discípulo de Jesús debe tomar a su cargo a los más pequeños, a los más despreciados. Estamos en el mundo como cuidadores de la vida amenazada. Estamos dispuestos con Jesús a dar la vida por las víctimas del sistema de mundo que hemos creado con la falsa sabiduría del poder y del dinero.